Tema: Sexualidad (Conducta).
La mayoría de nosotros, seamos hombres o mujeres, nos enfrentamos antes o después con una persona que creemos es demasiado atractiva, ya sea física o psicológicamente, y tendemos a auto bloquearnos.
Este es un mecanismo de autodefensa que tiene nuestra mente para protegernos de «lo que pueda pasar», pero que en el siglo XXI únicamente nos retiene.
Antiguamente tenía sentido porque evitaba meter la pata cuando había un cierto riesgo que pasarán «cosas malas» — como que alguien te pegase un tiro en el pecho por ligar por su mujer, o te difamase por promiscua —, pero hoy en día uno puede expresar abiertamente sus intenciones o sus deseos o el hecho de que le guste una persona sin que pase nada realmente, incluso aunque tenga el chance de una forma abrumadora.
¿Por qué pasa esto?
Porque consideramos que no estamos a la altura de la otra persona, y con esto no me refiero necesariamente, en el sentido de que esa persona es «demasiado» en comparación a nosotros, sino a dos motivos:
1.- Consideramos que esa persona está «por encima» de nosotros, de nuestra liga, de nuestro nivel o que efectivamente nuestra realidad, nuestra identidad no encaja demasiado con la de ella, por lo que sea, porque tiene un físico mucho más atractivo, porque tiene mucho más dinero, porque su trabajo es mucho mejor, porque su actitud, conducta, presencia, es mucho mejor que la nuestra, o por un mix de todo lo anterior. Habrá gente que discrepe con esto, pero generalmente nuestra psicología tiende a pasarnos esta jugada.
2.- Consideramos que nuestras habilidades interpersonales no van a ser lo suficientemente buenas como para tener una interacción satisfactoria con esa persona.
Por ejemplo, tengo un amigo que tiene una carrera universitaria, un trabajo maravilloso, un excelente sueldo, un físico más que atractivo y conocimiento de artes marciales. Lo tiene todo; sin embargo, aunque es una persona agradable y tiene muy buena conversación, cuando se trata de acercarse a una persona que le impone cree que su capacidad para comunicarse no va a ser lo bastante buena como para que esa persona vea todo lo que hay detrás.
Es decir, su producto, su identidad, está muy bien, encaja con la de esa persona pero su marketing, su capacidad para venderse a sí mismo, para demostrar quién es, para relacionarse, generar confianza y atracción a esa persona no es lo bastante buena o eso se cree esa persona.
Haciendo un resumen; o no eres los bastante “bueno” para esa persona, o no te lo crees, o no sabes comunicarlo.
¿Qué tienes que hacer?
Habrá momentos en los que, si eres ese tipo de persona a la que no le importa hacerlo, tendrás que evolucionar un poco en el sentido de, por así decirlo, “pasar de liga”. Y sí, ahora es cuando todo el mundo se pone a criticar semejante afirmación.
Con esto no quiero decir que haya estratos dentro de las personas, pero sí que a la hora de seducir a otra persona, para bien o para mal, mucha gente tiene esto en cuenta. Por desgracia o por suerte así es como funciona el mundo; sin embargo, lo más importante es como siempre, ya no lo que tú seas, sino el concepto que tengas de ti o como lo comuniques.
Siempre he dicho que el producto es lo más importante, y es cierto, pero ese producto no se trata de qué tienes sino de quien eres. Se trata de tu identidad, no de tus posesiones. No se trata de tus estudios, de tu dinero, sino de como tú vives la vida y de dónde estás en el mundo.
Por lo tanto, lo más importante es que te creas las cosas, que tengas un buen autoconcepto, una buena autoestima, y que tengas una buena comunicación al respecto. Que no te dejes intimidar por alguien que consideras más atractivo que tú, más exitoso que tú, con mayor presencia que tú y que sepas comunicar que estas “a la altura” de esa persona.
Sé que es algo bastante difícil de cultivar, pero se puede, y mientras más interactuemos con personas atractivas, incluso si no es en un ámbito romántico-sexual, esta «habilidad» va creciendo, y poco a poco vas aumentando tu auto concepto y tu identidad, tu capacidad para relacionarte con otras personas en definitiva.
Sí, cuantas más «peso sólido» tenga tu identidad, mejor, pero recuerda que lo más importante siempre va a ser quien eres tu, como te consideras y como comunicas eso al resto de la gente.
Un saludo,
Si quieres enterarte de lo que pasa cada semana, recibe las novedades en tu email: