Tema: Sexualidad (Conducta).
Hoy vengo a romper otro cliché sobre la sexualidad, y es ese que afirma que las mujeres no pueden ligar, seducir, o en definitiva, mostrar su interés sexual o romántico por un hombre. Naturalmente, en las relaciones homosexuales entre dos mujeres, esto no pasa — aunque en algunos casos sigue habiendo un grado de inhibición o timidez que merece atención en otra entrada del blog —, pero en las heterosexuales está a la orden del día. Esperemos que en los próximos años esto avance.
Sí que es cierto que cada vez hay más “libertad aceptada” en este sentido, y que cada vez más a las mujeres proactivas con su sexualidad no se las reprime, sino que se las respeta e incluso, cuando la persona aún percibe un desequilibrio en la sociedad entre hombres y mujeres a la hora de llevar la iniciativa, se le hace ver el valor de lo que está haciendo, rompiendo viejos dogmas.
Pero por el contrario, mientras que tenemos cada vez más mujeres que llevan la iniciativa y se lanzan a la piscina en un rol que antiguamente sólo correspondía — al menos por etiqueta social — a los hombres, sí es cierto que aún hay numerosas mujeres — especialmente entre el colectivo hembrista, equivalente al machismo en los hombres — que defienden que esta es tarea del hombre.
La realidad, no obstante, es que muchas mujeres se han dado cuenta que esperar al príncipe azul puede suponer terminar sola o con una rana que al besarla, bueno, pues no se convierte en príncipe. Sí, claro que un “príncipe azul” puede aparecer, pero por las mismas, puede no hacerlo, y las mujeres que cada vez más quieren llevar las riendas de su vida en todos los ámbitos, incluyen el sexual.
Así pues, sí, una mujer puede demostrar interés sexual y romántico por un hombre, pero con el pequeño problema aún presente del “qué dirán”, en la medida en que ciertos hombres y mujeres aún tienen una mentalidad sexista, tradicional o “retrógrada”. Yo no voy a meterme en si la mujer debería o no tomar el mismo rol que un hombre — o uno comparable, pero con ciertos matices — a la hora de atraer, pero sí que voy a decir una cosa;
Vivimos — o deberíamos vivir — en un país libre.
En mi experiencia, varias de las mujeres que más me han atraído a nivel sentimental — para tener una relación de pareja estable —, son aquellas que (en general, no necesariamente conmigo) tienen una actitud proactiva a nivel sentimental y sexual. Y curiosamente, debido a cuales son sus círculos sociales y su personalidad, muy poca gente las critica por ello, y las personas que lo hacen son las típicas que, hagas lo que hagas, siempre te van a criticar por algo.
Así pues, resumiendo, los únicos motivos por los que una mujer no puede llevar la iniciativa es: porque ella no quiere, porque ella no puede (no tiene el “valor” necesario, como ocurre con ell 95% de los hombres), o porque ella teme al qué dirán.
Sin embargo, es curioso cómo este problema, en realidad, se extiende también a los hombres. El matiz es que tradicionalmente se tiene asumido que es su papel el de intentar atraer a la mujer, y que en lugar de temer al qué dirán — aunque algunos lo hacen — el problema principal está en el rechazo, que es otra cara de la misma moneda, muy relacionada con el “porque no puede” asociado a la falta de valor o coraje.
Soy muy consciente de que las mujeres y los hombres tienen diferencias a nivel psicológico, social y cerebral, pero también que muchas de estas diferencias no tienen una base biológica o genética, sino social o cultural, impuesta por el ambiente de la sociedad y las relaciones sociales, en un proceso de aprendizaje.
Es precisamente ahora cuando, cada vez más, dicho ambiente está poco a poco transformándose, diluyendo esas barreras de etiqueta social que atribuían a la mujer un papel más pasivo en la atracción interpersonal. El problema, como siempre, es la gente que se opone a ese progreso, o que, peor aún; teme que ese proceso afecte a sus oportunidades.
Y es que siempre estará el típico hombre que pensará; “Si ella de repente puede demostrar interés por quien quiera, en lugar de esperar a que seamos nosotros quien nos lancemos, yo ya no tengo el poder para decidir cuando hay una oportunidad y cuando no”. Y por la parte contraria, una mujer pensará; “Si las mujeres se ponen a la misma altura que los hombres, entonces a partir de ahora nos tocará realizar el mismo trabajo que los hombres, en lugar de simplemente recibir oportunidades“.
Y la lista suma y sigue eternamente, ya que objeciones y peros habrá siempre. Nuevamente, es un tema polémico, y no quiero profundizar en exceso aquí, pero, ¿qué quieres tú? Si eres una mujer y quieres llevar la iniciativa, hazlo (pero por desgracia, ten aún consciencia del dónde, delante de quién, y el cómo). Y si no quieres, no lo hagas. Siempre quedará ese papel más sutil donde se lanzan indicadores indirectos de interés o, bueno… esperar a que aparezca un príncipe.
Yo soy una persona acostumbrada a ser proactiva y no esperar a que las cosas “pasen”, sino dedicarme yo a que sea más probable que pasen. Pero allá cada uno.
PD. Este tema podría dar para mucho debate, con mucho detalle, pero voy a dejarlo en una respuesta básica y general a la pregunta, ya que entiendo que si vienes aquí es principalmente para eso.
Un saludo,
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