Tema: Sexualidad (Conducta).
Hoy vengo a hablarte sobre la diferencia entre tu marketing y tu producto.
¡Ojo! Esto son reglas mnemotécnicas, no te me eches encima pensando que te estoy “cosificando” ni nada parecido, porque no es el caso. Simplemente quiero hacer estos de conceptos algo fácil y sencillo de entender y recordar.
Hay varias diferencias claras entre lo que proyectamos que somos y lo que realmente somos.
En primer lugar, tu producto, lo que eres en realidad, va a prevalecer al final sobre tu marketing. ¿Y qué es tu marketing? Lo que proyectas o vendes que eres a la otra persona, coincida con tu producto real o sea más bien “adornos” o “ficción”.
Y a mí me da igual si lo que buscas es una relación sexual o sentimental. En cualquier caso, si vendes un marketing que no es acorde a tu producto más pronto que tarde te van a pillar. Y es que el marketing está muy bien, pero da resultados cortoplacistas.
Nosotros compramos según el marketing, al menos normalmente, pero luego lo que determina que estemos o no satisfechos con la compra es el valor real del producto. Y nuevamente, no, no es que estemos comprando gente, pero dado que esa persona te “elige”, “escoge” o “acepta” como su pareja sexual y/o romántica, terminará satisfecha o no según quién seas más allá de quién dices que eres.
Ahora bien, ¿significa esto que el marketing es malo? No, de hecho es algo necesario. Da igual que seas la persona más atractiva e increíble del universo si no eres capaz de proyectar y mostrar eso. ¿Y qué es lo que manifiesta? Exacto, tu marketing.
Ese marketing será mejor o peor unos días u otros. Dependerá de tus niveles de energía, de tu motivación, de tu ingenio, tu humor, y mil cosas más. En cualquier caso, tu marketing es temporal, es lo que permite mostrar tu “producto” y que este haga el resto.
Al final del día, lo importante es que sepas que hay dos conceptos;
— Soy una persona que sabe ligar.
— Soy una persona con la que vale la pena ligar.
¿Ves la diferencia? La primera sabe de marketing, la segunda tiene un buen producto. ¿El problema? Que una relación de pareja se tiene, obviamente, con alguien que tiene un buen producto, no con alguien que sabe ligar. Y sí, una noche de sexo se tiene con alguien que sabe ligar, pero, ¿quieres repetir? Porque si quieres lo mejor es que cultives tu producto.
No te digo con esto que te esfuerces demasiado en convertirte en alguien que no eres, pero sí que tengas en cuenta cuál es tu atractivo, las cosas que te convierten en una persona magnética, deseable y una buena pareja, y seas realista en base a ello.
Pero, ¡ojo! Que tengas mucho “valor como producto” no siempre ayuda. Recuerda que no a todo el mundo nos gustan las mismas cosas. En mi libro “Conoce a Tu Posible Tú” te hablo sobre los aspectos que resultan atractivos para todo el mundo, y los que resultan atractivos sólo para algunas personas.
¿Un ejemplo? A todo el mundo le gusta la gente sana, con una cierta estabilidad económica y profesional, y con una personalidad definida. Sin embargo, a cada persona les gustarán unos rasgos físicos distintos, así como unos u otros rasgos de personalidad.
Pero eso es tema para otra entrada.
Un saludo,
Si quieres enterarte de lo que pasa cada semana, recibe las novedades en tu email: