Tema: Personalidad (Conducta).
¿Cómo puedo vencer la pereza?
Hay demasiadas técnicas para combatir la pereza, así que voy a concentrarme en las 5 que tienen más respaldo científico (sanitario o psicológico) y que, hasta donde he visto, dan mejores resultados:
- Descansa: Si estás agotado, un zumo de frutas, una noche de mantas, y como nuevo.
- No hagas nada: Y cuando digo nada, es nada. ¿A que aburre más que más trabajar?
- Visualiza los resultados: ¿Recuerdas porqué trabajas? Visualízalo e intenta tocarlo.
- Dialoga contigo mismo: Haz que tu “ángel” y tu “demonio” discutan pros y contras.
- Aplica la regla 2-21: Trabaja 2 minutos y continúa. Repite 21 días a la semana.
Brevemente, voy a explicártelas.
1. Descansa.
Si estás agotado física o mentalmente, relájate. Tómate un descanso. Tómate un buen zumo de frutas y verduras, o una ensalada, con algo de carne, pescado o huevos para acompañar — así cubres tus micronutrientes y macronutrientes, como vemos en Nutrición —, y échate la siesta o duerme tus horas si es de noche. A la mañana siguiente, con horas de sueño reparador y buena alimentación, serás otra persona. Pero, ¡concienciate la noche de antes de que al despertarte toca trabajar!
2. No hagas nada.
No hacer nada significa eso; nada de nada. Sin teléfono, sin internet, sin libro, sin pensamientos. Nada, de nada, de nada. Significa eso, el vacío más absoluto. Y créeme, eso es muy, muy aburrido. Si tienes que elegir entre absolutamente nada y trabajar, elegirás trabajar. El problema es que la gente cree que “no hacer nada” significa enviar mensajes por el teléfono móvil, y no. Eso es procastinar, posponer, postergar, o hacer el vago, como lo quieras llamar. Pero no es “no hacer nada”.
3. Visualiza los resultados.
Hazte una imagen mental de qué quieres conseguir. Una fotografía o un vídeo, que casi puedas tocar con la mano si la extiendes. Pero, no está ahí, ¿verdad? ¿A que la quieres? Pues intenta tocarla, y comprueba que aún no tienes eso que quieres y que sale en la imagen. Ahora que lo has tenido tan cerca, ¿no quieres dar un paso e intentar alcanzarla? No está tan lejos…
4. Dialoga contigo mismo.
Haz como en las comedias malas. Ponte un ángel sobre un hombro y un demonio sobre el otro. Y haz que se peleen. El ángel que diga razones por las que no deberías hacer nada, por las cuales deberías seguir haciendo uso de la pereza. Y el demonio que se meta contigo y con el ángel, diciendo todo lo malo que pasará si no mueves el trasero del sofá y comienzas a trabajar. Al ángel ponle voz de mártir, de persona débil y desangelada, y al demonio una voz enérgica, vital y cargada de autoridad. Verás cómo te contagia la actitud del demonio.
5. Aplica la regla 2-21.
Empieza a hacer eso durante 2 minutos. Fuérzate a ello. Y antes de lo que te esperas comprobarás que han pasado muchos más de dos minutos. Está comprobado que nos cuesta hacer algo durante dos minutos y luego parar, simplemente por la ley de la inercia — un cuerpo en reposo seguirá en reposo y uno en movimiento seguirá en movimiento —. Repite el proceso durante 21 días, simplemente porque es el tiempo que tu cerebro tarda en hacer que una actividad se convierta en un hábito. Entonces ya no sentirás pereza a la hora de hacerla, sino necesidad.
Espero que cuando tengas un problema de pereza te acuerdes de estas técnicas o vuelvas a este post. Para ello, abajo te dejo la posibilidad de suscribirte, así no se te olvidará.
¡Nos vemos en el siguiente blog! Un abrazo,
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