Tema: Nutrición (Salud).
En esta capítulo de nutrición recomiendo encarecidamente ver el vídeo antes que la entrada escrita del blog, pero como siempre, ahí va.
¿Qué suplementos tomar?
Pues depende. Lógicamente hay muchos, y los productos en concreto y sus dosis dependerán de tus circunstancias, pero como norma general, yo recomiendo 3 complementos que, en mi opinión, dan los mejores resultados con el mínimo esfuerzo. Además, están ordenados por su orden de importancia y, en mi opinión, impacto positivo sobre tu salud.
¿Cuáles son? Complejo multivitamínico, Vitamina D-3 y aceite de hígado de bacalao.
Veamos porqué:
1. Complejo Multivitamínico.
En primer lugar, es obvio que una buena cantidad de vitaminas y minerales esenciales nos dará ese empujón de micronutrientes que necesitamos para sentirnos más plenos, funcionales, y hacer que nuestro trabaje como una maquinaria óptima.
Sin embargo, la ventaja del complejo multivitamínico contra las vitaminas o minerales aislados es que los micronutrientes se refuerzan entre si. Esto significa que si tomas diversas vitaminas o minerales en conjunto, su efecto será mayor que si las tomas por separado. Son sinérgicas, del mismo modo que el trabajo conjunto de dos personas puede equivaler al de tres que trabajen por separado.
No sólo ayudan a ganar un pequeño “bust” micrunutrientes (nuevamente, recuerda que los micronutrientes, si acabas de llegar al mundo de la nutrición, es el nombre que engloba a las vitaminas y minerales esenciales ya mencionados). La gracia es que, además, te permiten compensar los que no has tomado ese día en tu dieta (si te has dejado alguno por debajo de la dosis diaria recomendada, lo cual pasa en el 95% de la población el 95% de los días, seamos realistas).
Finalmente, la mayoría de complejos multivitamínicos tienen selenio, un micronutriente que depende del terreno donde la fruta o verdura se ha cultivado, y que por tanto es muy difícil de medir o predecir. Debido a sus propiedades beneficiosas, y como muchas veces se ignora en todas las etiquetas y mediciones, es conveniente suplementarse al mismo tiempo que te metes un “chute sano” de los demás micronutrientes que refuercen su efecto.
2. Vitamina D-3.
Por otro lado, la Vitamina D es fundamental, sobretodo para aquellos preocupados por la salud de su piel (posibles cánceres, melanomas, etc.), con baja tolerancia a la radiación solar, o que no dispongan de acceso regular a la luz del sol — como yo, que vivo en Inglaterra y en estas fechas aún hay poca luz —.
Sin embargo, hay dos cosas que la gente ignora normalmente sobre la Vitamina D. La primera, que se absorbe mejor con grasas, por lo que tomar un aguacate, ciertos frutos secos, carne, pescado o huevos con este complemento ayuda a que tenga más efecto y no “tires el dinero”.
La segunda, es que la Vitamina D-3 se absorbe mejor que la D-2.
¿Cuantas unidades internacionales (dosis) debería tomar? Entendiendo que las unidades internacionales miden la cantidad de Vitamina D-3 que estás tomando, entre 2000 y 3000 es lo que yo recomendaría. Es posible suplementarse con dosis de 500, y según ciertos estudios con 5000 o incluso 8000 no hay efectos nocivos — pero sí beneficiosos, obviamente —, siempre y cuando tu déficit de Vitamina D sea muy acuciado.
Yo personalmente a día de hoy tomo 3000 unidades, por si te interesa. Hablo de unidades diarias, pero también es hay Vitamina D en formato “semanal” y no “diario”, con unidades alrededor de 15000. Personalmente, yo recomiendo dosificar a lo largo de los días y no de las semanas.
3. Aceite de hígado de bacalao.
El aceite de hígado de bacalao es una gran fuente de Omega-3, el cual se encuentra en pescados y huevos, y ayuda a combatir el Omega-6 del cuerpo. Aunque en otras entradas hablo más del Omega-3 y Omega-6 (así como en mi libro), aquí te advierto que es esencial y muchas veces nos olvidamos de él.
Entre otras propiedades, las cápsulas (normalmente cuya envoltura es glicerina) de aceite de hígado de bacalao contienen Vitamina A, Vitamina B1, Vitamina E y Vitamina D, pero dependerá de ti. También las hay concentradas, con más Omega-3, con ajo, y muchas otras variantes.
Por existir, existe el aceite de hígado de bacalao en botella o frasco, pero acorde a mi experiencia y la de la gente que lo ha probado — que yo conozco — hace falta tener estómago y poco paladar para tomarlo así sin más, por lo que en cápsulas es generalmente más fácil.
Otra alternativa, que yo personalmente utilizo, es comprar los hígados en su propio aceite y echarlos en la ensalada. El sabor se mezcla y disuelve con los ingredientes de la ensalada, dándole un toque suave y agradable. Sólo puede estar un poco fuerte.
Para tu información, según mi experiencia y la de los que me rodean y siguen, un hígado de bacalao en su propio aceite te hará inmune (temporalmente) al restriado y la gripe.
Eso es todo. Espero que te haya sido de utilidad.
Y ojo, yo soy enfermero. Económica y “profesionalmente” flaco favor me hago diciéndote esto, pero tu salud es siempre lo más importante. Así pues; ¡Comienza a hacer una dieta limpia — en anteriores entradas te hablo sobre ella — y cuéntame los resultados!
¡Nos vemos en el siguiente blog! Un abrazo,
Si quieres enterarte de contenido similar recibe las novedades en tu email: