Tema: Nutrición (Salud).
En el blog anterior vimos porqué solemos sentimos cansados, cómo nuestra nutrición nos saboteaba. En este vamos a ir un paso más allá y tener un enfoque crítico sobre las recomendaciones oficiales, ya que, como dice el título; “Oficial no significa saludable”.
No siempre, al menos.
Esto es una crítica a cómo funciona actualmente el sistema científico, pero no a la labor investigadora. Al fin y al cabo, yo me fundamento en estudios científicos (vanguardistas) cuando hablo de nutrición. La cuestión es que yo he estudiado enfermería, y a mí en la carrera me enseñaron lo que era una buena alimentación. Sorpresa la mía cuando posteriormente me documento más sobre salud a través de la nutrición y los conocimientos que ya tenía se contradicen con los nuevos que iba leyendo.
Sigo investigando, y veo que en realidad muchas de las cosas que había estudiado en la universidad estaban desactualizados, ya que cada vez los estudios científicos se suceden con más frecuencia, y hay más medios, avances y personal para realizarlos.
¿El problema? Las universidades no pueden estar renovándose cada año o cada seis meses. Tienen que mantener una uniformidad, unas guías oficiales y estandarizadas entre centros y organismos. Esto llega hasta el punto en que la propia pirámide alimenticia está desactualizada, pero eso es algo que veremos en la próxima entrada, aunque en el anterior blog di una serie de pistas sobre qué alimentos habíamos incluido más recientemente en nuestra dieta.
Quizá algunos alimentos de la revolución industrial o agrícola estén en la base de la pirámide alimenticia, ¿no? Y quizá se asocien a las enfermedades modernas. Párate a pensarlo y sé crítico al respecto, pero entiende que hay gente que hoy día se “reforma” al salir de la universidad, y no porque su formación sea mala, sino porque deja un margen de mejora.
En EEUU por ejemplo hay un programa de formación llamado Precision Nutrition, que pese a ser relativamente caro y no darme a mí un céntimo por citarlos, sí que hacen honor a su nombre y, al menos hoy, ofrecen información actualizada y de calidad en materia de nutrición y salud.
Este tipo de nuevos estudios, los cuales veremos en detalle en las futuras entradas del blog, arrojan un poco de luz a los antiguos, que si bien en su momento tenían sentido, quizá tenían resultados circunstanciales, o codependientes (como el famoso supuesto de que comer colesterol, por necesidad, eleva el colesterol).
¡Nos vemos en el siguiente blog! Un abrazo,
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